La escucha activa es una habilidad fundamental en la comunicación humana que a menudo no le damos la importancia que se merece, tenemos la creencia de que sabemos escuchar. Más que simplemente oír lo que otra persona está diciendo, la escucha activa implica prestar atención con empatía y comprensión profunda de que es lo que la otra persona me está diciendo no solo con palabras.
En un mundo lleno de distracciones y ruido constante, la capacidad de escuchar activamente se ha vuelto más valiosa que nunca, así que…
¿Qué es la Escucha Activa?
La escucha activa va más allá de simplemente escuchar las palabras que otra persona está diciendo. Implica estar presente de manera completa y enfocada en la conversación. Esto significa prestar atención tanto a las palabras como a las emociones, tanto a los gestos, como a la postura. Lo que dice y lo que no decir para poder leer entre líneas y comprender completamente su mensaje.
La escucha activa requiere de una intencionalidad por nuestra parte para poder poner atención en todos los ingredientes dentro de la comunicación que van más allá de las palabras.
La escucha activa es un acto de humildad y apertura, donde dejamos de lado nuestro propio ego y nos permitimos reconocer plenamente la experiencia del otro.
¿Qué No es la Escucha Activa?
La escucha activa no es esperar nuestro turno para hablar o planear nuestra respuesta mientras la otra persona está hablando. Cuando adoptamos esta postura, estamos más preocupados por expresar nuestras propias ideas o soluciones que por realmente entender la perspectiva del otro.
Tampoco se trata de juzgar o interrumpir al hablante antes de que termine su mensaje, esto puede hacer que la otra persona se sienta infravalorada o ignorada, y dificulta el establecimiento de una comunicación efectiva y respetuosa
Impacto en relaciones
La escucha activa es una piedra angular en la construcción y mantenimiento de relaciones sanas. Cuando nos comprometemos a escuchar activamente a nuestros seres queridos, colegas y amigos, estamos demostrando respeto y empatía hacia ellos.
Esto aumenta la conexión emocional y fomenta un sentido de confianza y comprensión mutua.
Por otro lado, la escucha activa reduce los malentendidos y conflictos al garantizar que todas las partes se sientan escuchadas y valoradas.
¿Y cuando acompañamos a niños y niñas?
Los niños están constantemente aprendiendo sobre el mundo que los rodea y sobre sí mismos, y necesitan adultos que estén dispuestos a escuchar y validar sus experiencias. Cuando practicamos la escucha activa con los niños, les mostramos que sus pensamientos y sentimientos son importantes y tenidos en cuenta. Esto les da un sentido de autoestima y confianza en sí mismos, sentando las bases para relaciones futuras saludables y habilidades de comunicación efectivas.
¿Qué puedo hacer para poner en práctica la escucha activa?
- Elimina Distracciones.
- Muestra interés, haz contacto visual, asiente con la cabeza y utiliza lenguaje corporal positivo para demostrar que estás comprometido en la conversación.
- Haz preguntas clarificadoras: tenemos que comprobar que lo que estamos entiendo bien.Además puede ser necesario hacer preguntas para tener más claridad.
- Refleja emociones que percibes en la otra persona para validar sus experiencias y mostrar empatía.
- Deja de lado tus propios prejuicios y opiniones mientras escuchas, permitiendo que la persona se exprese sin temor a ser juzgada.
Al comprometernos a escuchar con empatía y comprensión, construimos puentes de conexión y fortalecemos los lazos que nos unen como seres humanos. En un mundo donde la comunicación a menudo se ve obstaculizada por la falta de atención y comprensión, la escucha activa es una de las herramientas más poderosas para tener relaciones sanas y fomentar un mayor bienestar emocional y social.